Siguiendo la calle de la Reina llegamos al cruce de la antigua acequia de los Ángeles, hoy con el nombre de Pintor Ferrandis. De nuevo una falla fuera de su cruce.
Nos encontramos a la falla Barraca-Espadán, con su barracón en la propia calle Pintor Ferrandis.
Infantil Barraca-Espadán.
Falla de la 1ª sección hasta el 2012, pero en los años siguientes de la 2ª sección y que como otras se dedican a invadir un terreno de una calle que no es de su denominación.
Siguiendo la calle Pintor Ferrandis hacia el oeste llegamos a la plaza Virgen de Vallivana, donde se instala la falla San Pedro-Virgen de Vallivana. Otra falla que se sale de su nombre para instalar el casal en Espadán y el barracón en Pintor Ferrandis
Siguiendo la calle Pintor Ferrandis hacia el oeste llegamos a la plaza Virgen de Vallivana, donde se instala la falla San Pedro-Virgen de Vallivana. Otra falla que se sale de su nombre para instalar el casal en Espadán y el barracón en Pintor Ferrandis
Infantil
Barracón fuera de su nombre.
Por la "olvidada" calle San Pedro, donde se originó la historia del Cabanyal y con ello de Pueblo Nuevo del Mar, nos dirigimos hacia el sur llegando a la Calle Columbretes y desde aquí a la plaza Cruz del Canyamelar
.
Infantil
Desde aquí llegamos a la vecina falla del Mercado del Cabanyal.
Infantil.
Infantil
Cruzamos la calle Marino Blas de Lezo en dirección a la calle Manuela Estellés y llegamos al descampado donde está la falla del barrio Beteró, que este año se lleva el ninot indultat infantil.
En el lugar que se realizará la reforma de la rotonda de la estación del ferrocarril Valencia-Cabanyal vemos la falla.
Falla donde en su infantil está uno de los grandes premios de la fallas 2018, el ninot indultat infantil.
y con él llegamos al fin del paseo por las fallas del Cabanyal del 2018, el próximo año seguiremos por otros lugares del Marítimo...
y con él llegamos al fin del paseo por las fallas del Cabanyal del 2018, el próximo año seguiremos por otros lugares del Marítimo...
Algunas curiosidades en las fallas del Marítimo:
La
prensa de 1912 declaraba un éxito las 29 fallas que se plantaban,
ninguna de ellas del Marítimo que todavía se consideraban cremà de
trastos. En 1913 se consideraba golosina a los buñuelos, se consumian
abundantemente en las verbenas falleras. En 1914 no se quemó la falla de
la calle de la Reina, el fuerte viento
en la vispera de San José derribó la falla y se retiraron los restos sin
arder. En 1930, la falla de la calle Chapa se llevó como premio de
consolación un mantón de China.